Bomba lobular. Rendimiento mejorado gracias a los conectores optimizados.
Caso de éxito - Bioenergie BAGUS GmbH & Co. KG
El cliente y el problema
Bioenergie BAGUS explota una planta de biogás de 600 kW desde 2011. La fermentación se lleva a cabo en un digestor de 2500 m3 y en un posdigestor de 4500 m3 que también hace las veces de depósito final. Cada día se añaden en torno a 13 Tm de purín y unas 25 Tm de sólidos. Inicialmente, solo se utilizaba ensilaje de maíz pero, con el tiempo, se ha ido incorporando ensilaje de plantas enteras. Actualmente, representa una proporción del 40%.
Aunque el funcionamiento general de la instalación ha sido correcto, el operador vio una oportunidad de optimización en la unidad de bombeo central. Así que instaló una bomba lobular para suministrar purín fresco, transferir la biosuspensión al posdigestor y calentar los digestores mediante un intercambiador de calor externo. Esta bomba funcionaba una media de 11 horas al día; sin embargo, con el clima extremo del invierno, funcionaba 24 horas al día.
El funcionamiento de la bomba no era uniforme, se registraban fluctuaciones de caudal y había que sustituir los lóbulos con más frecuencia de lo previsto. Se probó a utilizar lóbulos con un revestimiento distinto, pero no se obtuvo mejora. Tras un análisis más cuidadoso, el operador se dio cuenta de que la bomba tenía dificultades de cebado, debido a que el material del digestor era relativamente grueso.
La solución
Vogelsang realizó un análisis en profundidad de la planta de biogás, en el que se detectó desgasificación en el sistema de tuberías. Para contrarrestar los problemas resultantes y tener siempre líquido en la cámara de bombeo, se hizo la prueba con cajas de conexión en lugar de conexiones estándar. Estas cajas mantienen el gas alejado de los lóbulos y garantizan que exista en todo momento una reserva suficiente de líquido en la cámara de bombeo.
Cuando la capacidad de la bomba dejó de ser suficiente, se equipó con cajas de conexión en lugar de sustituir los lóbulos. Este cambio, pequeño en apariencia, aportó una mejora radical a la capacidad de la bomba y alargó más de un 50% la vida útil de los lóbulos.
"Como medida de optimización adicional, volvimos a probar con otros lóbulos. Llevan casi el doble de tiempo funcionando y todavía no presentan signos de desgaste significativo. Ahora, el funcionamiento de la bomba y del conjunto del sistema es más uniforme y silencioso, sin fallos", resume el operador de la planta.